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“Mi primer casco me lo regalaron en mi bautizo”

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Adrián Rodríguez

2006, Guadalajara

#1, MiniGP 110

 

 

A Adrián Rodríguez le costó un poco arrancar con las motos. Al principio su historia se parecía a la de muchos niños que reciben de bien jovencitos una moto como regalo de Reyes y desde entonces no se pueden bajar de las dos ruedas. Es más, Adrián recibió su primer casco en su bautizo, con solo seis meses. Después llegó su primera minimoto, cuando tenía tres años, pero su padre únicamente le enseñó a llevarla. Y ya.

Así hasta los seis años, cuando los padres de Adri descubrieron una escuela en su provincia y le llevaron para que entrenara. De ahí a la Cuna de Campeones con siete años la temporada pasada en la categoría de Minimotos y este año, debido a su estatura, corre en MiniGP 110 tanto en la Cuna de Campeones como en el campeonato de Castilla y León.

Adrián Rodríguez en sus inicios
Adrián Rodríguez en sus inicios

“La afición me viene de familia”, reconoce Adrián, cuyos padres decidieron unirse a la Cuna de Campeones porque les hablaron “muy bien de este campeonato, de su seriedad y del gran nivel que había”. “En este campeonato destacamos la igualdad de condiciones para todos los pilotos, la organización con la que se trabaja y lo bonito que es ver a todos los pilotos con la moto e indumentaria igual. También destacamos lo bien que lo pasamos tanto niños como padres debido a la gran familia que se llega a hacer”, continúan sus padres.

Adri disfruta mucho los fines de semana de carreras. Aparte de la propia acción en la pista y la competición contra tantos pilotos de tanto nivel, lo que más le gusta es “después del gran trabajo y esfuerzo hecho montando en moto, cuando los sábados finalizamos los libres y podemos disfrutar con muchísimos grandes amigos que allí he hecho de tantas partes diferentes de toda España”.

Muchas veces sorprende la madurez con la que hablan muchos de los pilotos, la mayoría de ocho, nueve o diez años. A Adri le preguntamos qué espera de esta temporada y responde con claridad: “espero aprender muchísimo de los grandes pilotos que tiene este campeonato en esta nueva categoría y dar el máximo de mí, pero sobre todo aprender mucho para el año que viene poder estar luchando arriba”.

Este joven piloto manchego, que guarda como un trofeo el casco firmado por Marc Márquez el día antes de proclamarse campeón del mundo en MotoGP, no se olvida de todos los que le han ayudado a llegar donde está. “Quiero dar las gracias a mis padres por lo que hacen por mí, ya que sin ellos nada de mi sueño sería posible, a mi escuela de motociclismo 111 con mis profes Sergio y Mario, que tantísimo me hacen aprender, y a todos mis patrocinadores que este año me están ayudando a que pueda completar los campeonatos y seguir cumpliendo mi sueño: Dolce Vita, Ayuntamiento de Tórtola de Henares, Lopalgu, Taborbus, Quatro, Origen Motor, Quatro gastrolounge, Motos Bahia, Quorum asesores, Motos AC, Tec Sport”. Dicho queda.